no estaba muerto, andaba de parranda...

despues de un mes de viaje intensivo finalmente la vida se torna apacible y sedentaria. Adios las camas de hostal, adios los ronquidos de perfectos extranios, adios los desayunos de pan con mermelada, cafe y leche tibia.
Un mes increible, aventuras inimaginables e historias que van a durar toda la vida. Me encuentro todos los dias agradeciendo la oportunidad de haber viajado una vez mas con mi hermano. Es extranio como un anio de distanciamiento tarda tan solo unos instantes en desaparecer y la antigua familiaridad vuelve a tomar lugar, donde los pensamientos compartidos y las actitudes adquiridas a traves de la convivencia vuelven a tomar un lugar primordial. Gracias chango, me hiciste la vida feliz.
ahora hay que seguir, ver cosas nuevas, aprender un poco mas de la vida y esperar pacientemente a que la escuela vuelva a comenzar. Este sera un semestre incluso mas dificil que el anterior pero poco importa el alma ya ha descansado y el cuerpo no se queja tampoco.
que viva la vida, que viva la fiesta, que viva el viaje, los lagos y los rios, que viva el clima de verano, que vivan los saunas y que vivan especialmente los futones azules con pequenias estrellas blancas. La vida del estudiante no es tan mala a veces, todo es cuestion de timing.
un beso y buenas noches